jueves, 31 de octubre de 2013

la piedra amarilla

La piedra amarilla que se ve en Miranda do Douro es una paradoja que tiene que ver con las ideas de hito y de borde. Un acantilado en tierra española, un imponente peñasco en Portugal. Es el concepto bouleano de límite como separación y relación o intersección. Esta piedra amarilla es más portuguesa que española, en tanto que sólo puede apreciarse desde Portugal, aunque desde España pueda ser palpada, pisada o dominada. Pero, el dominio real ¿es portugués o es español? La tierra de nadie, el espacio contenido en un límite ¿no es de nadie o es de ambos lados?



Qué pasa en el límite exactamente. En los dibujos de Escher en los que se transforma un pájaro en pez, la transición está en los límites de las figuras, en la relación entre figura y fondo. Los límites de un ser pertenecen a ese ser, pero existen una serie de límites sucesivos o caparazones que separan y a la vez son lugares de relación de los seres con el mundo. El caparazón de una tortuga… ¿es tortuga? En la Naturaleza se encuentran multitud de ejemplos de seres que protegen sus límites. Hay animales que parecen cambiar de piel para no ser encontrados. Límites que son armas como los pinchos de los erizos. Hay animales cuya piel difumina sus límites, como las cebras.



Todo esto es una dicotomía entre el ser o no ser. Las cosas son o no son, pero hay un principio de lógica difusa que habla de verdades porcentuales. Una proposición puede ser verdadera un 90%.

Apreciamos claramente un límite cuando en un viaje al amanecer, desde un avión, vemos el terminador, la línea que separa la noche del día.

En la caza, el límite es el sigilo para burlar fronteras. Existe una zona de influencia fuera de la que cazador y presa se toleran. Tradicionalmente en Urbanismo existe una distancia a linderos de 3 metros desde la que no se puede atacar al vecino con un palo. Tierra de nadie para que no la ocupe nadie. Cuando se acerca al lindero, el individuo deja de tener la soberanía, o ésta se convierte en incompleta. Las aguas territoriales han pasado de tener las doce millas antiguas (alcance de la artillería de los barcos) a doscientas.

El borde es una frontera simbólica que implica la seguridad para ambas partes. Cuando el borde es frontera, ésta es imaginaria pero con distintos grados de incertidumbre. La frontera es incierta porque lo prudente es que nadie se acerque según en qué circunstancias.

Las separaciones entre fincas en el minifundio, propias de la tierra fronteriza del Duero también, son muretes que sí permiten la continuidad a los seres vivos, como lagartijas o plantas. Las bancadas de limitación de tierras de cultivo de esta zona, ¿quién las hace, el agricultor de arriba para contener su propia tierra; o el de abajo para que la tierra del vecino no se le venga encima? ¿Y de quién son?

En cuanto a los hitos. Un faro es un hito que delimita la costa para que no te acerques, o lo hagas con cuidado. Cuidado, a esta distancia empieza a haber problemas.